1. Precalienta el horno a 180 °C.
2. En un bol, mezcla las bayas, el azúcar, la maicena y el zumo de limón. Extiende la mezcla de manera uniforme en una fuente para horno (20 x 20 cm).
3. En un bol, mezcla la pulpa de avena, la avena, la harina de almendras, el azúcar, la canela y la sal.
4. Añade el aceite de coco derretido y remueve hasta que la mezcla quede grumosa y se mantenga compacta al presionarla.
5. Esparce uniformemente sobre las bayas.
6. Hornea durante 25-30 minutos, hasta que la cobertura esté dorada y la fruta burbujee.
7. Mientras se hornea el crumble, bate la maicena con un poco de leche de avena para hacer una pasta suave.
8. En una cacerola, calienta la leche de avena, el azúcar y la vainilla. Incorpora lentamente la mezcla.
9. Cocina a fuego medio hasta que espese (5-7 minutos), removiendo constantemente.
10. Sirve el crumble de frambuesa caliente en cuencos y vierte la crema vegana por encima.